jueves, 12 de febrero de 2015

El sexo en venta

El viernes 13 de Febrero se estrena la película 50 sombras de Grey, basada en la trilogía literaria bajo el mismo nombre, en 2013 entre los 10 libros más vendidos en España estaban los 3 de esta saga, hecho que demuestra el gran éxito de ventas que comportó. Nadie duda que la versión cinematográfica tendrá un éxito semejante en recaudación (dejando a un lado la crítica). Analizar el porqué de este boom se explica a través de varios factores, pero principalmente por la híper explotación mediática que se está haciendo de todo lo relacionado con el sexo. Esta trilogía desarrolla unos sentimientos y conductas sexuales principalmente en el sexo femenino (público al que está orientado estos relatos) que se implementan en hombres mediante otro mecanismo; como es inundar los medios que habitualmente son consumidos por el sector masculino con imágenes de mujeres explosivas en bikini y con conductas excesivamente sexuales. El sector de la publicidad es  claro ejemplo de la dominación del sexo en sus temáticas, sea cual sea el producto a vender encontramos conductas sexuales, u orientaciones a relacionar el producto con el éxito sexual: productos de limpieza (KH7), perfumes (Calvin Klein), bebidas (Red Bull)…

El sexo es un recurso comercial muy potente porque es algo del gusto de la mayoría de la población y es un gran estímulo visual. Pero la nueva industria que se ha creado en torno al acto sexual no está enfocada a realzar tu vida sexual, sino más bien en generar frustración ante esta. Actualmente se realza conductas como la innovación sexual, la liberación en la pareja, la cultivación del cuerpo como mecanismo de atracción en potencia y el sexo fácil. Estas prácticas provocan que la gente otorgue preferencia a la práctica del sexo por delante de otras relaciones que realcen otros sentimientos, pero sobretodo generan una insatisfacción sexual al comparar tu vida sexual con las nuevas tendencias sociales. De este hecho se nutre principalmente la industria del sexo que engloba a la industria pornográfica (ingresos que solo en EE.UU dejan en torno a 14.000 millones de dólares), la prostitución, la venta de artículos sexuales y más recientemente han emergido los portales web que promueven los encuentros sexuales.

Esta industria está cambiando la conducta sexual, seguramente para mucha gente le esté comportando una mayor satisfacción sexual, pero globalmente en cambio no resulta tan positivo; hay indicadores que demuestran que las nuevas generaciones que están iniciando su vida sexual bajo estos nuevos valores, los chicos principalmente, muestran conductas propias de los años 50 con una excesiva dominación ante la mujer, materializado en dominio psicológico y un elevado grado de percepción del sexo femenino como un objeto meramente sexual, así lo demuestra el incremento de maltratos entre menores de 18 años. Esta estadística muestra el extremo de esta mentalidad pero la vida diaria se está inundando de una nueva oleada de machismo entre los más jóvenes que actualmente gira en torno al sexo y no tanto al rol de la mujer en la vida diaria. La liberación sexual de la mujer se está revertiendo mediáticamente en su contra por que se está reconduciendo hacia el hombre a una mayor disponibilidad a la hora de tener prácticas sexuales, y no a un mayor respeto ante la mujer en la práctica respecto al pasado.

El sexo posiblemente sea la actividad más individual y secreta que tenemos, por eso la generación de tendencias globales solo puede servir para una dominación comercial en potencia, esta industria mueve una cantidad de millones que ninguna actividad de ocio puede llegar ni acercarse, e independientemente de los valores que esté generando y la denigración a la que puedan estar sometidas muchas mujeres ningún estado es capaz de cortar las alas a una industria con un mercado tan grande y una demanda tan fuerte, no se trata de entrar a regular la vida sexual de las personas ni hacer juicios de valores, solamente hay que erradicar que conductas del pasado vuelvan a emerger por culpa de los ingresos de algunos. 

*He optado por no poner ninguna ilustración visual de los ejemplos de publicidad sexual de los que hablo, creo que todos sabemos de lo que hablo. Y no se trata de potenciar aquello que se está denunciando (esto no es informativos Telecinco).