viernes, 14 de marzo de 2014

Ucrania, y el cinismo occidental


En los últimos días corren ríos de tinta sobre un país al este de Europa, Ucrania. Un conflicto en el que cada uno parece tener su opinión bien fundamentada y la pretende defender hasta el final independientemente de cómo se conduzca el conflicto, por lo que las opiniones sobre este suceso parecen que se inclinan más por la vertiente ideológica que por la analítica, primando por delante el enfoque dogmático al humanista o ético. Así que si pretenden leer un texto más para reforzar su pensamiento respecto a la postura que mantienen ante el conflicto pueden dejar de leer aquí. Lo que pretendo es reflejar la triste situación de un país que se ve abocado a una Guerra Civil por el orgullo de las potencias mundiales por ejercer y demostrar su fuerza, llámese: países de la Unión Europea, Estados Unidos o Rusia.

Respeto que todos tengamos opinión amparada por nuestras concepciones ideológicas, pero estas se han de fundamentar con cierta coherencia y sobretodo humanidad. Quizás el siglo XXI y la Revolución tecnológica nos ha llevado a esto, al poder opinar por todas las vías interactivas posibles desde nuestro hogar sobre un conflicto armado que tiene un presente crudo pero un futuro que es mejor no vaticinar,  si miramos esta realidad parece ciertamente cínico que podamos hacer juicios de valores sobre la población que vive en un territorio donde cada día que despierta no sabe que será de su país, ciudad o casa; sobre todo cuando los actores internacionales que intentan influir en el escenario son como menos sospechosos de moverse por intereses, y no sean la panacea de los sistemas económicos ni democráticos.

Desde el origen de las revueltas en la Plaza “Maidán” que han dado paso a este conflicto se ha intentado legitimar o a la inversa según el prisma con que se viera toda la evolución del proceso, para ello las imágenes o viñetas empezaron a inundar la red substituyendo a los históricos cronistas a pie de campo, esto da paso a una jauría para ver quién publica las imágenes más impactantes o más simplificadora con la voluntad de que al visualizar esta te sientas un ciudadano realizado e informado de un conflicto que se remonta más allá de la disolución de la URSS, y que tiene su esencia en la convivencia de diferentes entidades étnicas dentro de un mismo país: 77,8% Ucraniana, minorías rusas, bielorrusas y rumanas. Estas nunca vivieron ningún proceso de integración por parte del estado y sumándole una gran desafección hacia su gobierno, ha desembocado en la ebullición de un conflicto en dos direcciones: vertical dirigido hacia el estado, y horizontal entre algunas etnias.

Conocer la historia casi siempre resulta de gran ayuda para conocer el presente, y cuando se recorre la hemeroteca de este país a lo largo del siglo XX se vislumbra un país maltratado, en gran parte por su posición geográfica que la convierte en un gran punto estratégico para las potencias, o para aquellos líderes con voluntades imperialistas, en esto comparte experiencias con su vecino del noroeste, Polonia. Ucrania paso una gran época de penurias, conocida como la hambruna, una crisis agrícola gravísima en 1932 y 1933 donde se calcula que llevó a la muerte de siete millones de habitantes del país durante el régimen de Stalin, en lo que algunos historiadores consideran como un genocidio encubierto (o Holodomor), ya que Ucrania es uno de los mayores proveedores agrícolas de toda Europa, por lo que una crisis alimentaria con sus característica resulta inconcebible sin voluntad estatal. Unos años después les tocó sufrir la impetuosa marcha de Hitler hacia el este, una vez conquistada Polonia llegaron a territorio ucraniano donde después de duras batallas perdieron la vida más de 600.00 ucranianos que formaban parte de los dos bandos. El ejército rojo, gracias al apoyo de población nativa en el territorio, consiguió resistir pasándose a conocer a Kiev como “Ciudad Heroica”. Por si la hambruna o ataques militares no fueran suficientes en 1986 Ucrania sufría el peor accidente nuclear de la historia junto al de Fukushima de 2011; durante una prueba en la central de Vladímir Ilich Lenin se produjo un sobrecalentamiento del reactor nuclear produciendo una explosión de hidrogeno, hasta el día de hoy ha sido imposible concluir el número de víctimas que produjo la radiación pero los efectos todavía actúan en población contaminada, además de dejar una ciudad fantasma que hasta el presente continua inhabitada. 

En estos momentos todos hemos oído escuchar del conflicto que agita Ucrania y de sus actores principales, pero la desinformación corre por las calles ya que las noticias están politizadas sea para un bando o el otro. No pretendo ser la voz objetiva del conflicto, porque no creo en la objetividad en política o periodismo. Pero me sorprenden los puntos de vista que se están dando. Que Estados Unidos ha dado apoyo financiero y diplomático a las revueltas originadas en Kiev es algo más que contrastado (el tiempo dirá si también militar), con la voluntad de inestabilizar el panorama internacional y sobretodo tender un pulso a Rusia con un punto geoestratégico como es Ucrania, por donde circula la mayoría de conductos de Gas Natural que provienen de Rusia a Europa, por lo que obviamente la respuesta del gobierno de Putin no iba a tardar en llegar, pero pocos se imaginaban los movimientos armamentísticos que llevaría a cabo el país euroasiático con desplegamiento de flotas navales y cuerpos militares estableciendo bases militares en Crimea, un territorio donde el 70% de la población se siente únicamente rusa, por lo que Rusia debe garantizarse mantenerlos sentimentalmente vinculados al país. Mientras tanto, la Unión Europea una vez más hace pública la carencia de una política exterior común, ya que por el momento continúan sin realizar ningún movimiento destacable en un conflicto que hay que recordar que la erupción de la protesta fue por la voluntad de una parte de ucranianos de incorporarse a la unión. Pero este silencio se debe al interés que tienen la mayoría de miembros de la unión de no molestar a Rusia, ya que las inversiones de sus turistas tienen un papel importante en la recuperación de la economía de buena parte de estos países europeos, entre ellos España.  
Aunque se ha hablado de geopolítica y del lugar que ocupa Ucrania en las estrategias de los diferentes actores que concurren en este conflicto, no es el único factor, sino que nos encontramos con los sentimientos tanto de pertenencia por parte de la población autóctona, como de orgullo por parte de los países. Vayamos por partes, el pueblo de Crimea se siente ruso, por lo tanto es difícil luchar contra esa voluntad de volver a pertenecer a sus orígenes, y luego aparece el orgullo ruso de poder recuperar un territorio perdido por resoluciones históricas. La Unión Europea parece por la labor de concederle Crimea como mal menor para satisfacer el hambre de potencia territorial rusa en Europa, pero quizás la prevención en este caso no sea la mejor opción ya que Rusia se puede lanzar a por territorios del conocido como cinturón de seguridad entre Europa y su territorio, donde la población de algunas localidades de esta zona siguen considerándose rusas. El primer país al que siempre le toca sufrir cuando hay revuelo en esa zona es Polonia, el cual tiene municipios en el este de su territorio con estas características. Pero no es el único que puede sentir la presión rusa.

Europa se juega la estabilidad en su zona y activar los aires imperiosos de Rusia es lo que menos conviene a la Unión, tanto económicamente como diplomáticamente, esto truncaría el objetivo de la UE desde que permitió la adhesión a la eurozona de antiguos miembros de la URSS, el inhabilitar una, posible reconstrucción de esta. Rusia por su banda parece que ha pasado de una postura defensiva en la que no quería perder puntos geoestratégicos que tenía más o menos estabilizados, a una ofensiva donde pretendería adhesionarlos de nuevo. En esto tiene mucho que ver Putin, quizás el líder ruso con más fuerza desde la disolución de la URSS  y desde luego el que más añora el poder del imperio soviético, aunque su ideología diste mucho de ser equiparada a la soviética.

Todos habremos escuchado desde el inicio del conflicto una serie de posibles consecuencias, y quizás ninguna positiva para la población de Ucrania, en quien parece que nadie piensa. Las consecuencias reales solo el tiempo lo dirá pero la injerencia de potencias extranjeras en el conflicto hace presagiar lo peor, ya que si ha habido un momento más cercano al resurgimiento de la Guerra Fría desde el final de esta, sin duda sería el actual, aunque variaría la confrontación ya que no sería entre dos sistemas económicos, sino más bien en una lucha de poder y hegemonía territoriales. El inicio de este posible conflicto estará en ver cómo se gestiona el tema de la energía, ya que el gran factor de coacción y presión entre Rusia y Europa es el suministro de esta.

2 comentarios:

  1. Muy bien articulo pero hay varios puntos que no comparto. Primero, no creo que los ucranianos lo hayan pasado mal históricamente, ya que en la segunda guerra mundial se pasaron al bando nazi una gran parte de los ucranianos de la zona este. Hasta tal punto que eran bienvenidos los soldados de Hitler en ciertas ciudades ucranianas.
    En referencia al ejército ruso en Crimea, siempre hubo flota rusa en ese territorio. No es que haya entrado para conquistar territorios ucranianos, como por ejemplo hicieron EEUU y UE en Iraq. Y como has dicho gran parte de la población de Crimea se siente rusa y se quieren unir a Rusia porque el nuevo "gobierno" ucraniano quiere prohibir el idioma ruso en Ucrania.
    Y por último, la frase "por donde circula la mayoría de conductos de Gas Natural que provienen de Europa a Rusia", creo que lo más correcto sería decir de Rusia a Europa.
    Y como es un simple comentario y no un articulo, no hablaré sobre el cómo ha llegado actual "gobierno" ucraniano al poder, ni que tipo de personas forman este, ni tampoco de los motivos de la UE en todo esto que curiosamente siempre coinciden con los de EEUU.

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  2. Por lo que respecta a los conductos de Europa a Rusia, correcto ha sido un fallo mio, y ya esta corregido. EN lo de la II Guerra Mundial, existieron combatientes en ambos bandos, y sufrir sufrieron por igual porque una guerra no la disfruta nadie, ademas recordar que el cambio de bando fue una conducta casi que se dio en todos países combatientes sino solo hay que recordar a Francia. El caso de Crimea es claro, y no cabe a la discusión es un pueblo ruso que se le concedió a Ucrania por diferentes tratados.
    Como ya he dejado claro no he entrado a valorar la legitimidad de los gobiernos, pero al igual que critico la intrumisión de EEUU y la UE en cualquier tema nacional ajeno, también lo hago con Rusia, ya que por más que formara parte antiguamente de su imperio, una vez son independientes hay que respetar la no injerencia.

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